CRÍTICA ‘O FUTEBOL’


‘O FUTEBOL’

CINE — CRÍTICA


Fútbol y familia

Padre e hijo deciden estrechar lazos con la excusa del mundial de Brasil ’14. 

O-futebol

Sergio, que no ha visto a su padre en más veinte años, regresa a Sao Paulo, su ciudad natal para ver el Mundial de Fútbol. Su intención es revivir su infancia junto a su progenitor y limar las asperezas que el tiempo y la distancia han hecho aflorar. Pese a ello, no todo saldrá como tenía en mente.

 

CRÍTICA

Sergio Oksman -A Story for the Modlins-, ganador de un Goya, nos presenta un documental centrado en la relación entre padre e hijo durante el mundial de Brasil 2014. Acontecimiento histórico y sin par en el país que ha hecho del fútbol santo y seña, y una manera de vivir. Aprovechando la ocasión, pretende reparar relación con su padre, que se distanció hará más de dos décadas desde la separación de Simão y su esposa; y se acrecentó desde la marcha fuera de Brasil de Sergio para comenzar su carrera profesional. Para ello, pretende revivir su infancia gracias al fútbol.

Lo que el joven Oksman no pensó es que tampoco todo iría según lo deseado. Su planificación, marcada por el mundial del fútbol sería rota por lo fortuito, la muerte. En este caso, la de su padre, asiduo a los crucigramas. Con él descubrió que sus vidas tuvieron mucho en común, un divorcio, su separación, y la salida del núcleo familiar; pero a la vez quedan muchas cuestiones por resolver entre ambos. Como si se tratara de encontrar las respuestas en aquella maraña de letras y huecos que Simão rellenara a diario pero que al final no eran más que eso, palabras. Y de ahí nace la metáfora entre el fútbol con la vida y muerte, con los silencios, como esos agujeros de los crucigramas, que nos invitan a la reflexión.

Lejos de un pretendido relato social, que indirectamente existe, no traslada el calado que ostenta el fútbol en un país que se detiene a cada partido de su selección. Pese a ello, la cinta es bastante coherente a la hora de mostrar su mensaje. Se vale de recursos eficientes, sin artificios ni grandes alardes técnicos; de una cámara aséptica, que no busca posicionarnos a favor de ningún punto de vista, y de un paralelismo al calendario de “la copa del mundo” para facilitar el seguimiento de la evolución que sufre la distante relación entre padre e hijo durante su reencuentro. Si bien, se le puede achacar a que la acción es bastante irregular a lo largo de la cinta, pues muchas veces peca de lo que televisivamente conocemos como “coleo”, tanto al inicio como al final de sus secuencias. Innecesario en muchas ocasiones y que no aporta valor a la trama.

Encontrarás el texto restante de mi crítica en coveralia.com.

Juan P. de Frutos

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